Por las carreteras de la vida.

Me gustaría comprarme un coche nuevo. Olvidarme del que tengo, mandarlo al desguace para que le arranque todo. Destruirlo hasta que no se vea rastro de el. Comprarme un coche, si, con cuatro ruedas, airbag porsiacaso y unos asientos de cuero, cómodos que te cagas. Con amplio maletero al poder ser y así guardar millones de recuerdos escondidos en viajes. Bueno, y si no es mucho pedir que no sea muy complicado...lo justo y necesario, y que la radio me venga con instrucciones para programar las emisoras que yo quiera. También me gustaría que al verme pasar con mi nuevo coche, rojo, que destaque, te dieses la vuelta y veas que bien me va en el montada, con la música puesta a todo volumen porque ya sabré utilizar la radio y que sepas que cambiar de coche es algo muy difícil, dejas atrás muchas cosas, la tapicería puede llegar a ser nueva incluso, pero...a veces tienes que deshacerte de muchas por varias razones, espero que entiendas el contenido del texto y la explicación del coche nuevo, aunque cuando quieras y yo después de todo este dispuesta puedo darte una vuelta por las carreteras de la vida.

Surgimos de la nada y no teniamos nada hasta que...

A veces es mejor saber lo que tienes que lo que te falta.  

Lo que si que tenemos son unas cuantas despedidas enfundadas en reproches, en bienes o en venganzas con final doloroso. Tenemos los colmillos afilados para atacar cualquier día con tiempo lluvioso, cualquier jueves de cualquier mes. Tenemos la capacidad de limar los colmillos y que salga el sol, cualquier jueves restante. Tenemos las miradas cruzas y destinadas a encontrarse en todas partes. Tenemos corazón y un millón de mentiras que son rescatas con el tiempo. Tenemos que desahogarnos como cualquier persona de la humanidad, pero nosotros preferimos la forma de atacar. Tenemos que querernos, pero te aviso que no nos vamos a querer como todo el mundo, nos vamos a querer con todo eso que tenemos, que es nuestro, con todo eso que tu y yo conocemos a la perfección.